Haciendo un recuento de todo este 2018, ha sido un estupendo año. Estoy convencida que, primero que nada, hay que disfrutar nuestro trabajo y con esa frase es como puedo resumir este año.
Llegaron clientes extranjeros que por recomendación acudieron a nuestra firma.
Lo que más nos enorgullece es que buscaban talento mexicano y así fue. Pablo, un candidato que vivió el proceso, fue a EUA a entrevistas y después de un largo camino fue seleccionado, lo contratan como expatriado. Realmente admiro a este joven ya que trabajaba y estudiaba por las noches, logrando titularse en IMA.
Cuando conversé con él en las entrevistas finales le pregunté: “¿Qué te ha marcado en tu vida profesional?”, a lo que contestó: “Yo pude haber decidido irme con lo fácil, ya que cuando chico vivía en una zona complicada en Monterrey. Viendo que muchos de mis amigos andaban en malos pasos, decidí trabajar desde los 14 años y un buen señor me dio la oportunidad en una fabrica por las tardes, yo creo lo hacía por ayudarme. Mis papás firmaron la autorización por ser menor de edad y con lo que ganaba ayudaba en casa con los gastos. Finalmente ingresé a la Preparatoria Técnica y al concluirla me dieron más responsabilidades. Me di cuenta que necesitaba mas y me inscribí en la UANL para estudiar por las noches la carrera de IMA, trabajaba de 7 a 5 y después me iba a la universidad de 6 a 10 PM, llegaba a mi casa tarde cenaba y estudiaba o hacía la tarea. Finalmente, después de 5 años, que fueron duros, terminé mi carrera con mención honorifica”. Lo escuchaba hablar y podía ver cómo su rostro se llenaba de orgullo.
Cuando ya titulado lo promueven a Supervisor, al cabo de 12 años en esa empresa, lo contacta otra compañía y le ofrece una Gerencia de Producción. Ahora tenía una gran disyuntiva: seguir trabajando con la empresa que confió en él desde los 14 años de edad o emigrar y crecer. Habló con el dueño de la empresa y le dijo: “¿Y qué esperas? Te voy extrañar, pero no me voy a oponer a tu crecimiento”.
Así que decide aceptar la oferta, pero siendo una empresa internacional necesitaba saber inglés, él jamás lo había estudiado y pagarse las clases le resultaría caro ya que para ese entonces había comprado una casa para sus papás en una zona donde alejaría a sus hermanos de un ambiente nocivo.
Pues su meta era estudiar inglés y lo hizo, pero fue a través de internet y de manera autodidacta. Su inteligencia y ganas de salir adelante lo impulsaron. Al cabo de dos años fue enviado a Alemania a un curso de entrenamiento hablando perfecto inglés. Sin embargo, esto no era el final de sus metas. Pablo aprovechó la oportunidad de crecer y de formarse porque su máximo sueño era trabajar en el extranjero. Se casó y su mejor satisfacción ha sido poder darle a sus hijos una educación de calidad en un colegio privado en Monterrey. Pudo comprar su casa y ahora, gracias a esta nueva oferta, se irá con su familia a vivir a Chicago. Con esto me doy cuenta que en México contamos con valiosos talentos, pero también concluyo que nada es regalado ni gratis. Pablo, como muchos, ha pagado el crecimiento con tiempo, dedicación y mucha pasión.
Así como en el caso de Pablo, a lo largo de mi carrera he visto tanto crecimiento en jóvenes que hoy ya tienen puestos directivos y eso me motiva para seguir en esta gran profesión.
Recientemente recibí un video muy motivante de una señora de más de ochenta años. Cuando los entrevistadores le preguntan la edad, ella respondió: “Tengo los años que me quedan por vivir, porque los ya vividos, esos no los tengo”. Reflexiono sobre eso y que tan cierto es. Vayamos siempre buscando crecer, pero sobre todo, hacer lo que nos apasiona, por que la vida es corta y hay que aprovecharla.
Yo me cuestiono mucho en todas aquellas personas que piensan en la jubilación a los 65 años porque van a descansar y siempre pienso: “el día que me muera voy a descansar porque 65 años no es estar viejo”. Me faltan todavía muchos años para llegar, pero estoy mas cerca que lejos, he de confesar. Así que este 2019 espero que en Hunters Of Talent tengamos muchos Pablos que contar.
Les deseo lo mejor para esta Navidad. Que el Niño Jesús anide sus hogares y los llene de bendiciones y que el 2019 este lleno de salud. Lo demás, como siempre digo, es responsabilidad de cada uno.
Un fuerte abrazo.
Antonieta
(Tony)
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